Premio Nacional de Educación, Profesora de Educación Diferencia, y destacada investigadora nacional e internacional. Nolfa Ibáñez, conversa con pedagogías.cl, dando una muestra de sus apreciaciones sobre diversidad, emociones, saber pedagógico, entre otros temas de interés para quienes sustentan sus días entre aulas, estudiantes, apoderados y evaluaciones.
Después de tantos años de investigación, ¿Siente que las emociones en el aula, la diversidad en la construcción del mundo, el saber pedagógico y la interculturalidad, son temas instalados al interior del aula, o por lo menos en discusiones a propósito de políticas educativas?
Pienso que están en discurso, que podría ser un primer paso. Pero está complejo porque se mete todo este boom de lo socio emocional que nadie sabe qué es y se empieza a cruzar con el conocimiento, con la regulación de las emociones, con el control de las emociones y lo que he trabajado no tiene nada que ver con eso.

Y específicamente que ha trabajado …
Tiene que ver con considerar las emociones del otro como disposiciones para hacer cosas. Por lo tanto, los profesores debiéramos ser expertos en cambiar la emoción de un grupo de estudiantes. Por ejemplo, si notamos que no hay acciones que propendan al aprendizaje. Pero no tiene nada que ver con controlar las emociones, o hacer caritas por cada emoción en el Jardín. Eso no tiene nada que ver con lo que he investigado, y he estudiado por más de 20 años. Creo que ahí hay posiciones. Como marco epistémico que necesita cojoncitos para clasificar las cosas y poder medirlas, y esto no se puede medir.
¿Qué propone entonces?
A mi juicio lo que se debe hacer es considerar las emociones. Porque si una persona está en una emoción determinada, tendrá un espacio posible de acciones, y tal como lo demostramos, en nuestras líneas de investigación a nivel mundial, el sentirse grato en la sala de clases es el factor más importante, y no estamos hablando sólo de sentirse mejor, sino que también de mejorar el rendimiento. La primera investigación que vi, cuando ya estaba trabajando en esa línea, fue de UNESCO, en el primer estudio comparativo y explicativo que se hizo en rendimiento para Latinoamérica y el Caribe, y el mayor factor explicativo fue que el estudiante se sentía grato en la sala de clases. Sabemos que sentirse grato, es decir, emociones favorables ayudan en el rendimiento, eso lo sabemos hace mucho tiempo, hay investigaciones en todo el mundo, en Noruega, en Italia, en Estados Unidos, en función del análisis de los resultados de la prueba Pisa, que consideraron ese punto, un factor relevante en la mejora de los aprendizajes, de los rendimientos.
El tema ha sido investigado durante muchos años entonces …
La sordera frente a eso es de muchos años, Ahora, no se puede negar la importancia de las emociones en cualquier actividad de interrelación entre pares. Pero nuevamente buscan modos de clasificación, de categorización, de definir cuestiones, y a mi juicio eso desdibuja todo porque no se trata de regular las emociones, sería importante, pero no es mi línea de trabajo. Creo que es importante que el profesor o profesora se haga cargo que las acciones determinan el espacio posible de hacer cosas.
Y los profesora o profesores tiene las herramientas necesarias para hacerse cargo de este tema en el aula…
Es fácil, no necesita ningún doctorado. Nosotros como seres humanos sabemos cómo es eso. La persona que está en la emoción de la rabia y tú la quieres ayudar, tu harás cosas para que se le pase esa rabia, y eso lo hacemos todos los días. Cuando uno es adolescente y va a pedir permiso y plata, esperas que estén de buena, no lo haces cuando estás enojado, y así en la vida. Lo hacemos todos los días. Entonces el profesor o profesora lo que tiene que entender es que debe hacerse cargo de que eso pasa, e intentar cosas distintas en cada clase, en cada grupo, en cada persona. Porque esto cambia de momento a momento, son cosas dinámicas. Podemos estar tristes y sabemos una noticia que nos importa y nos cambia el ánimo y hacemos mil cosas. Tengo por ahí un artículo donde cuento la historia de una niña, en la cual los compañeros estaban complicados porque ella no quería ir a un encuentro que tenían y que habían programado juntos, y ella había decidido no ir. Entonces comenta que había peleado con el pololo, que estaba super bajoneada y no quería nada. Y después resulta que fue al encuentro y le pregunto y me dice: “es que me llamó y se aclaró todo”. Ese tipo de cosas es lo que nos pasa todos los días, estamos en una emoción y podemos hacer determinadas acciones.
A propósito de sus líneas de investigación, ¿se siente pionera en Chile, por ejemplo, en Metodología Interaccional Integrativa, o en Lenguaje y Construcción de Mundo o emociones en el aula?
No lo había pensado, pero si ser pionera significa primera, sí. De hecho, recordaba ayer con unos directores de la Región de la Araucanía, que a principios de los 80, construí la Metodología Interaccional Integrativa. Recuerdo todo lo que costaba que mis colegas entendieran a qué se referían los Objetivos de Aprendizaje. En ese tiempo trabajaba con mis estudiantes con Objetivos de Aprendizaje porque en ese tiempo se utilizaba lo que se llamaba Objetivos Operacionales que señalaban lo que tenía qué hacer el estudiante y cuándo lo tenía que hacer,
¿Y pudo hacer ese cambio …?
En ese tiempo trabajaba en una Escuela Pública, pero, afortunadamente, había una Directora sabia, con amplitud de mente, que permitió que pasaran todas esas cosas y que pudiéramos hacerlo de esa manera. Pero llegar a los objetivos de aprendizaje demoró más de 30 años, Entonces, dependiendo de lo que significa ser pionero, puedo decir que sí. Después del informe del 2000, Casassus, tomó las emociones como su línea de trabajo, pero también desde otra perspectiva, porque yo tomo la concepción de las emociones desde Humberto Maturana, y en ese contexto puede que sea la primera.
Temas que aún se están debatiendo …
Sé que hay estudiantes del doctorado de la UMCE que están usando el modelo que construí y lo están aplicando en distintas áreas. Lo importante es que todo esto ha servido para mover un poquito la brújula hacia la interacción. Pero a mí, lo que me asusta, es que se pone el foco en esta cosa de las emociones, y la empezamos a clasificar, a cosificar, y no es así. No es de cosificar. No es de meterla en un cajoncito. La formación docente debiera capacitar sobre este punto: cómo es que el profesor o profesora puede cambiar las emociones de su grupo.
Y a propósito de sus investigaciones, ¿qué conclusiones tiene, después de tantos años de investigación, respecto a saber pedagógico y práctica docente?
No hay consenso respecto a lo que es el saber pedagógico. Cuando llegan algunas orientaciones extranjeras y se comienza a hablar de conocimiento pedagógico y conocimiento disciplinario, se comienzan a separar las cosas, cuando esto es sólo una. Creo firmemente que el saber pedagógico es la especificidad del ser profesores. Es como el marco epistémico que nos es propio. Si no fuese así, no necesitaría el mundo a los profesores. Este corpus de conocimiento que lo veo articulado por la relación dialógica entre teoría y práctica, es propia del saber docente. Claro que con un corpus de conocimiento que proviene de distintas disciplinas. Pero lo que nos distingue, es esta posibilidad de comprender esta relación entre teoría y práctica, y eso lo sabemos todos los que somos profesores.
Puede ser más específica al respecto ….
Por ejemplo, si tú estás en un laboratorio de química espectacular en una Universidad y te gradúas de Profesor de Química, y te vas a una Escuela donde no tienes nada, tú vas a inventar tu Laboratorio de Química. Porque vas a tener la comprensión entre la teoría y la práctica, sino serás un pésimo profesor. Y eso yo creo que es el saber pedagógico. Tenia discusiones con Patricio Felmer, antes que fuera Premio Nacional de Ciencias Exactas, y le decía que uno despliega el conocimiento que tiene sobre matemáticas, y él creía que primero estaba el conocimiento disciplinar. Pero si los profesores se empoderaran de esta característica que nos es propia, pienso que podría ser que se visibilizaran los talentos que realmente tienen, pero están inmersos en una gama de reglamentos, de sugerencias, de definiciones administrativas; va a ser más difícil romper eso y ser creativo.
Lo cierto es que usted ha tenido la posibilidad de observar desde una primera línea las políticas educativas de varios gobiernos, ¿existe preocupación real por la diversidad desde la atención pedagógica?
Pienso que esa preocupación tiene un foco errado. Si es que existe, tiene un foco errado. Cuando uno habla de diversidad, como cuando habla de Educación Diferencial, el imaginario colectivo chileno, piensa en alguien peor que uno. Ese es el profundo error. He trabajado durante muchos años que se comprenda que la diversidad entendida como construcción de mundo, es una cuestión propia de todo encuentro entre humanos porque tiene que ver cómo uno construye significado y sentido en su experiencia que es la única manera de construirlo. Sabemos que no tenemos las condiciones como seres humanos, para acceder a lo que existe en el mundo con independencia de lo que estamos hechos. No tenemos ningún acceso privilegiado.
Es una construcción individual ..
Podemos ver lo que podemos ver. Podemos sentir lo que podemos sentir, y no podemos más. Entonces, esta idea de que la persona diferente es peor que uno, es lo que impregna todo lo que está en la palabra diversidad, y eso es un grave error. Porque la persona ciega, por ejemplo, o la persona con déficit intelectual importante, ha construido su mundo – por así decirlo – con el mismo método y por lo tanto, lo que tiene, las distinciones que puede hacer son tan legítimas como las mías. Entonces yo me encuentro contigo, porque tú eres diferente a mí, acá hay una diversidad, tu y yo, no podemos tener los mismos significados porque tenemos experiencias de vida diferentes. Obviamente hay experiencias que se asemejan más unas a otras, porque todos tenemos cosas en común, con seguridad ambos somos de clase media, a los dos nos gusta estudiar. O sea, hay una cantidad enorme de posibilidades que tengamos significados compartidos.
¿Tiene investigaciones al respecto?
Demostré en una investigación única en el mundo, hasta donde he podido buscar, en niños, en un trabajo que me acompañó Humberto Maturana, fueron 2 proyectos FONDECYT, durante 7 u 8 años, donde miramos niños de Santiago, hijos de profesionales, y niños mapuches rurales de la Araucanía, familias pobres. Pudimos ver a los niños desde que nacieron hasta tercer año de vida. Después en la escuela desde kínder a segundo año básico, y después los comparamos. Ahí pudimos constatar que los niños construyen significados y sentidos distintos para las relaciones con los objetos, que después cuando hablan nos dimos cuenta usan las mismas palabras, pero lo que hace la palabra es ocultar el significado que ha construido cada uno de esos niños. Entonces las palabras no revelan, ocultan. Uno entiende que el otro que llega en una particular circunstancia trae su mochila de sentido, significado del mundo y que son distintos a los míos y que son absolutamente legítimos. Si yo entiendo, si comprendo que la diversidad es una cuestión de construcción de mundo, entonces no podemos medir quién es más inteligente.
No podemos medir quién es más inteligente …
¿Quién mide quién es más inteligente?, eso no tiene mucho que ver, tiene que ver con la experiencia, y la experiencia hace que hagamos distinciones del mundo de manera distinta. Esto tiene un alcance importante en el trabajo colaborativo. Siempre cuando tienes un grupo de profesores, a veces nos topamos con esta idea que la Matemática es más importante que la Educación Física, y nos cuesta juntar al profesor de Matemática con el de Educación Física. Si esos profesores comprendieran la conceptualización de la diversidad, sabrían que cada uno de ellos lo que trae en sus saberes, en sus distinciones, es tan legítimo uno como el otro, así les sería mucho más fácil ponerse de acuerdo para continuar sabiendo que el pensamiento de uno y de otro es legítimo, y lo que vamos a hacer para adelante, dependerá de lo que vamos a hacer en ese camino, en un proyecto particular. Bueno, esto yo lo he hecho, y fue así como logramos que la UMCE tuviera un doctorado interdisciplinario.
Me permite llevarla al pasado, ¿extraña iniciativas como el Primer Encuentro Nacional de Experiencias Pedagógicas, organizado por usted en el Liceo Experimental Manuel de Salas …
Ese también fue un proyecto en este mismo sentido. Ahí trabajé mediante la comprensión de las emociones porque me fui al Liceo Manuel de Salas en un momento muy complejo. El Rector de la época me solicitó, casi me rogó, porque en ese tiempo el Liceo Manuel de Salas era de la UMCE, y recuerdo que me preguntó ¿con qué equipo te vas? Y le digo, con nadie. Pero cómo te irás sola a ese lugar, me dice. Estamos hablando de principios de los 90, no había puntos medios. Le dije, no me voy a quedar de Directora del Manuel de Salas, puedo solucionar las cosas pero no me voy a quedar. Los profesores no se hablaban con los apoderados, los apoderados no hablaban con los equipos directivos, era una cosa espantosa. Había que tomar el casco de bombero, la manguera, y me fui sola. De hecho, quien estaba allá, haciendo un estudio encargado por la Universidad era Don Hernán Vera Lamperein, Premio Nacional de Educación también, y el tuvo la generosidad y gentileza de quedarse conmigo, y fue un apoyo bien importante. Una persona muy interesante. Como un constructivista radical sin teoría. Falleció hace algunos años.
Eran tiempo convulsionados, comienzos de los 90 ….
Me di cuenta que teníamos un problema porque lo político era muy relevante. Teníamos una asociación de padres que yo quedé en shock, y tuvimos que hacer el trabajo, era terrible. Y bueno de ahí salió el Primer Encuentra Nacional de Experiencias Pedagógicas, sin un centavo. Conseguimos mucha gente. Conseguimos apoyo del Ministerio. Estaba de Ministro Jorge Arrate, él inauguró incluso. Nos conseguimos dineros del MECE que estaba a cargo de Cristian Cox, y trajimos profesores del Norte y del Sur, y el material, las tallarinatas, todo eso lo consiguió el Centro de Padres nuevo que habíamos levantado, a través de sistema de elección. Así que fue una experiencia espectacular. Un gran logro. Todos trabajaron para un objetivo común, y fue muy bonito y fue mucho antes que el Colegio de Profesores, hiciera el Primer Congreso en Chile.
Desde su mirada, como docente y Premio Nacional, siente que la Educación en Chile, es realmente contemporánea de sus tiempos, de su sociedad y por cierto, equitativa en sus resultados…
Absolutamente no. Es absolutamente anacrónica, inequitativa e injusta socialmente. Y eso desde hace muchos años, y creo que eso se debe a que las políticas públicas han estado y están todavía, en el marco global de lo que se piensa en la sociedad actual sobre el desarrollo, que tiene que ver con lo que es bueno para la humanidad se logra mediante procedimientos similares para todas las personas, y eso es ignorar absolutamente la diversidad.
Seguimos en el tema de la diversidad …
Mientras eso persista y no cambie, esto seguirá igual. Eso explica, por ejemplo, el énfasis en la estandarización. Lo que supone que todos deben llegar a cumplir un propósito con las mismas herramientas, y eso no es real de los grupos humanos. La Política Pública tiene esa lógica, y no sólo en educación, digamos que en general. Ahora existe el manifiesto, el deseo y la voluntad de un cambio paradigmático en la educación. Eso es lo que ha dicho el Ministro. Pero bueno para hacer un cambio paradigmático en la educación hay que dejar esa lógica. Tenemos que dejar de pensar que los expertos vamos a elaborar guías o procedimientos, y que todo va a funcionar perfecto en el Sur en el campo y en la ciudad. No es así. Tenemos que dejar que las escuelas y comunidades educativas muestren sus urgencias, que los integrantes de las comunidades educativas decidan cómo van a lograr los Objetivos de Aprendizaje en sus estudiantes. Porque son los que saben cómo es su contexto, cómo son las características de los estudiantes. Yo he llamado rebelión docente a esto. Porque significa que no vamos a seguir más instrucciones, y tomaremos las sugerencias que nos parecen que son las adecuadas y vamos a hacer lo que creemos que tenemos que hacer. Cuando los profesores se atrevan a hacer eso, entre paréntesis, no hay ninguna ley o reglamento que lo impida, y los Directores entiendan que tienen que sumarse, ahí podríamos pensar en un cambio paradigmático. Estoy convencida, además, que para que la educación cambie, debe cambiar desde la sala de clases. No hay reglamentos, ni expertos, ni premios nacionales que puedan cambiar la educación, sólo los y las profesores que están en el aula.
¿Cómo se rebela un docente frente a la tradición escolar?
He hablado con cientos de docentes este último año, y cuando sale este tema en los directores, o en los docentes, siempre dicen “esto es lo que tenemos que hacer”. Pero decirlo es una cosa. Del dicho al hecho hay mucho trecho, porque esto exige un trabajo colaborativo de la comprensión de la diversidad. Lo importante y lo esperanzador es que los profesores y directores tienen un propósito común: que los estudiantes aprendan más y mejor. Es un proyecto factible y te aseguro, a parte de las que yo conozco, debe haber varias experiencias sobre todo en la ruralidad que es más fácil ponerse de acuerdo.
A propósito de su paso por la Comisión Nacional de Formación Inicial Docente, siente, 15 años después que existe una mejora (voluntad) en este proceso formativo en las distintas Facultades o Escuelas de Educación …
La verdad que no mucho. Eso tuvo influencia en el momento, ayudada y facilitada por el Ministro de la época (Bitar) que no era profesor, pero logró que se terminarán las carreras de pedagogía de los días sábado, que era vergonzoso, en lo cual estaban todas la Universidades Públicas y Privadas. Pienso que hubo un minuto de bastante colaboración, pero de alguna manera entró lo que entra siempre en estos proyectos tan colectivos. En un principio fue de Decanos de Facultades de Educación, de hecho, yo era decana de la Universidad en ese momento y fui elegida por mis pares para representarlos en esta comisión. Y entonces empezó este boom de saber pedagógico, de la comisión, trabajamos mucho, en una oportunidad nos habían cerrado la Universidad, trabajamos harto en eso. Estábamos muy convencido que era necesario. Hubo una convocatoria que fue muy bien respondida de Universidades privadas, pero vino un tiempo de elecciones en el Consejo de Decanos, y ahí entró esta característica del ser humano, en que estábamos haciendo cosas importantes, estábamos avanzando en cosas importantes, y parecía muy importante ser Presidente del Consejo de Decanos, y ahí se empezó a desbaratar todo porque hubo personas que quisieron figurar. Comenzaron a hacer cosas a parte. Íbamos super vienen encaminados. Alcanzamos a realizar cuatro encuentros sobre saber pedagógico y formación docente y sin duda algo de eso fue traspasado a la formación. Pero quedó inconcluso, no fue suficiente. Había una muy buena disposición para hacer cambios. Había un entendimiento de lo que había que hacer. Estaban los rectores de acuerdo en ese momento. Algunos no entendían mucho, pero otros si, Hicimos un encuentro en el que hubo 16 rectores, con un compromiso por la formación inicial, Pero no hubo seguimiento de eso. Así que pienso que fue un gran esfuerzo que tiene que haber permeado algunas áreas, pero no fue suficiente.
¿Comparte la idea de Cristian Cox, que en Chile llevamos 20 años con un Estado ultraactivo en materia de educación?
Para nada. Discuto con Cristian Cox en la actualidad. Cada tres semanas discutimos. No estamos de acuerdo con el fondo del asunto. El cree en la estandarización, en los expertos extranjeros, yo no creo en ellos para solucionar los problemas chilenos. Una persona de acá, que conozca el cotidiano escolar puede aprender mucho del extranjero porque puede recontextualizar, pero si la persona no conoce el cotidiano escolar, no le sirve de mucho. El cree en el SIMCE, eh … son miradas absolutamente distintas.
También plantea la opinión de la redefinición del docente sobre lo que debe saber y ser capaz de hacer. ..que estamos en presencia de instituciones atrasadas ..
Lo que pasa es que Cox asume esta separación sobre lo que es el saber pedagógico y el saber disciplinario. Repito, lo que nos caracteriza, aunque los profesores no lo sepan, es la comprensión de esta relación dialógica entre teoría y práctica, Y obviamente para eso necesitamos tener conocimiento de este corpus donde el centro es el aprendizaje, pero si no tengo esta comprensión dialógica entre teoría y práctica nada sirve. Entonces deben estar necesariamente juntas, y no las podemos separar en el quehacer de un profesor.
A propósito de los últimos acontecimientos en educación. ¿Qué le parece la nueva prueba de selección, PAES?
La verdad es que no la conozco. Pero entiendo que el cambio que se ha hecho es para hacerla un poco más cercana al contexto de vida de los estudiantes.
Se suma a las críticas a la evaluación docente, y a la carrera docente. ¿Cuál es su postura al respecto? Ya que su posición está avalada por diferentes líneas de investigación.
Acá hay una multitud de factores que inciden. Lamentablemente están presentes desde hace bastantes años, en la dinámica que lleva el Colegio de Profesores, y cada vez que puedo se los digo a ellos también, “ustedes son muy buenos para quejarse, pero no tan buenos para proponer”. Entonces cuando uno dice: vamos a evaluar a los docentes, volvemos a lo mismo. Los procedimientos para lograr cosas son iguales para todos. A los profesores les llega de la misma manera que a los estudiantes. ¿Quién inventa la evaluación? ¿Quién la crea? ¿Está presente el profesor de aula? No. Creo que no. Está un experto que determina cuál es la evaluación. En nuestro país se repite, y en la mayoría de los países quizás también, que la mayoría de los expertos, no ha entrado a una escuela o un liceo, y por lo tanto, desconocen el cotidiano escolar, De hecho si no hubiese hecho trabajo de campo, investigación en escuelas, etc, tampoco sabría lo que ocurre. Lo académicos estamos, diría, la mayoría, hace 10 ó 15 años que no pisan una sala de clases. Quizás sólo supervisando prácticas. Entonces ahí tenemos la dificultad de decir: cómo debemos evaluar al profesor.
¿Y cómo evaluamos …?
Yo debo evaluar al profesor por lo que mis estudiantes logran. Pero si tenemos un currículum monstruoso, ahora un poquito más bajo por la priorización. Si tenemos sistemas de evaluación estandarizados, donde los profesores deben estar preparados para el SIMCE, con castigo si les va mal en las pruebas estandarizadas, entonces, qué evaluamos de los profesores, quién sabrá mejor que un profesor, de un lugar o una unidad determinada, qué es lo que tiene que hacer en ese contexto. El profesor que está ahí, con reglamento sin reglamento, cierro la puerta de mi sala y hago lo que creo que tengo que hacer. La política, el ministerio, los supervisores no están, yo hago lo que creo que tengo que hacer, y esa es una característica de la profesión docente. Habría que pensar porqué necesitamos evaluar a los docentes. En este país cada vez que se habla de grandes logros en los aprendizajes, Finlandia, por ejemplo, no hay evaluación docente, es más se horrorizan si uno habla de evaluar a los profesores. Cuando fui, invitada por CONICYT, los representantes de CONICYT y del Ministerio, le insistían a la secretaria del ministerio (de Finlandia) de cómo era posible que no evaluaran a los profesores, y ella decía no necesitamos evaluar a nuestros profesores, y cuando le preguntaron por las pruebas estandarizadas en las escuelas, ella dijo, no, no queremos competencia, Si una escuela pide, hacemos, y quien sabe los resultados es la comunidad escolar. Si requieren ellos piden al municipio que corresponda que los vengan a mirar.
¿Qué le parece que en Chile se financie la demanda (estudiante) y no la oferta (la escuela)?. (Genera una lógica de mercado, competencia por matrícula)
Me parece horrible, que tiene que cambiar. Incluso cuando se habla del ámbito diferencial que es la Subvención Escolar Preferencial. Debería ser a la Escuela, ¿porqué tiene que ser el estudiante? Porqué esta responsabilidad que debe ser del Estado la ponen en la persona. El sujeto es el que tiene que ir a las evaluaciones para ver si tiene o no tiene la subvención. La subvención debiese estar en la Escuela para que ella determine quién necesita eso y de qué modo el apoyo que requiere. Esto no es estático. Un niño puede tener un problema en marzo y desaparecer en abril y el junio tener otro diferente. La Escuela es la que debería hacerse cargo. Y la subvención, todas las subvenciones, debiesen ser a la comunidad educativa. No poner la responsabilidad en el sujeto que va a aprender imagínate …
¿Tiene experiencia en este tema …?
En los años 80 con un grupo de colegas hicimos mucho con los profesores de Educación Diferencial, porque no teníamos ningún tipo de financiamiento para los niños con problemas de lenguaje y autismo. Fundamentalmente porque veía, trabajaba en una Escuela Especial Pública, y veía el sacrificio para ir a buscar un diagnóstico: informe psicológico, etc .. por eso peleé durante mucho tiempo y conseguí que la Educadora Diferencial o el Profesor Diferencial, determinará cundo el niño o la niña necesitara un apoyo de otro ámbito disciplinar. Es decir, yo tengo mi grupo y yo digo, “ah este niño necesita un neurólogo, y yo como profesora de educación diferencial lo remito, al neurólogo, fonoaudiólogo, etc” … Así se evitaba la espera, el estar a las seis de la mañana para la consulta. Pasan 30 años, y el 2017, por ahí, vuelve a aparecer lo mismo. Nosotras teníamos tanto a principios de los 80, y ahora el estudiante que tiene problemas de aprendizaje tiene que tener informe del neurólogo, del psicólogo. O sea, retrocedimos otra vez 30 años. Tiene que ver con esta priorización de lo económico y con la desconfianza que existe desde la Política Pública hacia el ámbito educativo concreto, y eso es complejo de solucionar.
El Gobierno dice no al SIMCE, CNED lo califica de imprescindible, por lo menos en matemáticas y comprensión lectora … ¿cuál es su posición al respecto?
Bueno, ahí vemos que las cosas dependen de distintos ámbitos, y que nuestra Política Pública en general está en este paradigma que desconoce la diversidad. Donde la diversidad es un constructo teórico para el discurso, pero no hay una operacionalización de eso. Está la idea del déficit, por ejemplo, siempre como algo peor que uno y como que el niño que no logra el puntaje esperado es culpa del niño o del profesor. Eso nos retrotrae al modelo clínico lineal. Entonces, la causa de que este niño no aprenda es porque el profesor es malo, o que el niño tiene un problema. Hay una especia de ceguera en relación a lo que efectivamente ocurre en las relaciones humanas. Si preguntas, todo el mundo te dirá que las emociones son importantes, pero no sólo son las emociones de los niños y niñas, también son las emociones de los profesores, de los directivos. El estar en una emoción en particular te predispone para hacer cosas, es una disposición corporal que cambia de momento a momento.
¿Se puede generar cambio desde ahí ..?
Esta manera de cosificar como si fueran a cambiar algo. Como si tu cambiaras tu modo de hacer clases porque te llegan nuevos estándares. En qué cambia tu forma de hacer las cosas porque te llegan estándares nuevos. Tu cambias tu forma de hacer las cosas cuando te convences que hay otra mejor para lograr tu propósito. Cosa que debemos hacer constantemente: soltar nuestra certeza. Hace un año atrás no había esperanza alguna. Ahora tenemos la oportunidad porque el Ministro de Educación, y lo he escuchado personalmente, quiere un cambio de paradigma en el sistema educativo. Pero choca con estas cosas como suspender el SIMCE por un año, un muestreo por un año y fue no. Lo que se aceptó es que no hubiese castigo. Cómo no va a ser anacrónico. Yo no sé muy bien quiénes están en ese Consejo Nacional de Educación. Pueden ser bien intencionados, bien formados, con muchísimo conocimiento teórico pero sin duda no tienen idea del cotidiano escolar, o bien lo tuvieron hace 20 ó 15 años atrás. No se puede vivir de teorías de expertos en una materia tan importante como educación, donde el fin, es nutrirse entre personas. La principal preocupación debiera estar en la interacción profesor alumno para la construcción de nuevo conocimiento. Bueno es eso lo que hice toda mi vida. Eso es bien complejo porque no se puede medir, no le pueden poner números, o, perdón yo le he puesto números, pero hay que hacer toda una elaboración para llegar a ponerle números.
FRASES DESTACADAS
“…significa que no vamos a seguir más instrucciones, y tomaremos las sugerencias que nos parecen que son las adecuadas y vamos a hacer lo que creemos que tenemos que hacer …”
. “Tu cambias tu forma de hacer las cosas cuando te convences que hay otra mejor para lograr tu propósito”.
“Yo no sé muy bien quiénes están en ese Consejo Nacional de Educación. Pueden ser bien intencionados, bien formados, con muchísimo conocimiento teórico pero sin duda no tienen idea del cotidiano escolar …”

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